Las técnicas de ofuscación de código han existido durante décadas, y han evolucionado a medida que la programación y la seguridad informática avanzaron. Su origen se remonta a los primeros días de la programación.

Con el auge de Internet y la distribución de software, estas técnicas se convirtieron en una herramienta común para proteger aplicaciones, especialmente en el ámbito de la seguridad informática y el desarrollo de software propietario.

La ofuscación de código consiste en transformar el código fuente de un programa en una forma más compleja y difícil de comprender, sin alterar su funcionalidad. El objetivo es dificultar la ingeniería inversa y desalentar a los actores malintencionados que buscan descifrar y comprometer el sistema. Hace que sea mucho más difícil para un atacante comprender su lógica y estructura interna.

Aunque no es una medida infalible, su implementación puede disuadir a los atacantes y dificultar sus esfuerzos para comprometer sistemas informáticos sensibles. La comprensión y aplicación adecuadas de las técnicas de ofuscación de código son esenciales para mantener la integridad y la seguridad de los sistemas.